La masturbación es algo natural que se debe hacer siempre dentro de unos límites. La masturbación es muy buena, aunque cuando comienza a ser masturbación compulsiva, entonces deja de ser tan positiva.
Antes de entrar en detalles, hay que dejar claro que la masturbación tiene muchos mas fines que la de conseguir placer. También nos sirve para conocer y aprender más de nuestro cuerpo. Gracias a la masturbación, podemos saber que es lo que nos gusta y lo que no. Esta información se la podemos transmitir a nuestra pareja y así disfrutar más de las relaciones sexuales.
¿Es un problema la masturbación compulsiva?
Como cualquier otra acción compulsiva, la masturbación compulsiva puede llegar a ser un problema, sobre todo si esa persona tiene la necesidad de masturbarse durante varias veces al día para sentirse bien. Hay que recordar que la masturbación no debe ser una obligación.
Según los expertos, la adicción a la masturbación se conoce como una adicción de “proceso”. En este caso, el cerebro se acostumbra al placer de la masturbación y quiere que ese placer vaya a más. Esto provoca que la persona afectada tenga que realizar cada vez más sesiones de masturbación para sentirse bien. Gracias a esta, se consigue que los niveles de ansiedad disminuyan. Pero el problema viene cuando la ansiedad obliga a esa persona a estar cada poco tiempo masturbándose. Este tipo de ansiedad es parecida a la que sufren otras personas que fuman, se medican o incluso toman drogas. Como podrás imaginar, este problema provoca que no se pueda llevar una vida normal, ya que esa persona puede tener la necesidad de masturbarse en cualquier momento. Todo esto provoca que se pierdan las relaciones sociales a favor de la masturbación, es decir, todo provoca un aislamiento de la realidad.
Hay que tener claro que el masturbador compulsivo es un adicto al sexo y el placer que se puede proporcionar el mismo. Se puede caracterizar por una hipersexualidad que hace que la persona solo pueda pensar en el sexo y los demás pensamientos le resulten muy complicados. Además, pierde el interés en el sexo en pareja y se vuelve una persona individual. Todo esto puede provocar la ruptura de la pareja en el caso de que la haya.
Por otra parte, se ha demostrado que la dependencia de la masturbación puede llegar a crear el temido síndrome de abstinencia. Esto provoca que cuando la persona no se puede masturbar cuando realmente lo necesita, la misma muestra síntomas como ansiedad, nerviosismo, temblores o incluso dolores de cabeza. Por todo ello, es muy importante tratar este problema con profesionales en cuanto se note que está comenzando a ser una obsesión. Recuerda, la masturbación compulsiva comenzará cuando notes que necesitas masturbarte, pero no tienes la capacidad suficiente como para decidir cuando realizar la misma.
Otra de las consecuencias de este problema, es que en muchas ocasiones el objetivo final es el orgasmo y los demás apartados de la masturbación se pierden. Todo esto hace que se pierda mucha energía sexual. Por ejemplo, en el caso de los hombres, lo más común es que no quieran tener relaciones sexuales con mujeres y en el caso de tenerlas, solo buscaran su propio placer. Con esto quiero decir que las eyaculaciones serán rápidas, suponiendo que la otra persona quedará insatisfecha. Es decir, en este caso el hombre tiene muchas opciones de convertirse en un eyaculador precoz.
Uno de los grandes problemas de las masturbaciones compulsivas es que no se suelen ver como algo malo, ya que el proceso es totalmente natural. Al verse solo bajo el punto de vista del vicio, la persona no tiene la necesidad de acudir a un profesional para tratar el problema.
¿Cómo tratar la masturbación compulsiva?
Si te has dado cuenta del problema y quieres poner fin al problema para poder disfrutar de una vida normal, tienes dos opciones.
En primer lugar, puedes intentar solucionar el problema poniéndote diferentes metas. El objetivo debe ser ir reduciendo el número de masturbaciones diarias. Esto te ayudará a controlar la situación y en consecuencia el problema se ira reduciendo. Eso sí, tienes que ser honesto o honesta contigo misma y ver si realmente estás mejorando o en cambio el problema sigue presente con el paso de los días.
En el caso de no ver evolución, lo mejor es acudir a un especialista que te ayude a poner fin al problema. El profesional te dará las mejores pautas que debes seguir para que la masturbación deje de ser compulsiva y pase a ser algo normal. Muchas personas no acuden a los profesionales por vergüenza, pero debes tener claro que son el mejor remedio por el cual puedes apostar. Saben mucho del tema y no te debe dar vergüenza acudir a ellos en caso de necesidad. Verás como con la terapia adecuada las necesidades de masturbación irán descendiendo, por lo que te podrás sentir mucho mejor contigo.